contaminantes en algunos materiales de arte y la contaminación del agua
- Nalle Roguez
- 3 mar 2021
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 mar 2021
una de las obras más bellas y famosas de Vincent Van Gogh es La noche estrellada, una pintura al óleo sobre lienzo de un pueblo de noche en el cual el cielo parece moverse debido a los trazos en espiral que el propio artista plasmó en la obra. Sin embargo, pocos saben que esos famosos halos podrían haber sido la consecuencia de que Van Gogh tenía la sangre envenenada con plomo- enfermedad conocida como saturnismo- debido a que en su técnica de impasto usaba pigmentos con plomo de una manera abusiva y despreocupada. El plomo, si bien es un metal presente de forma natural en la corteza terrestre, puede contaminar la atmósfera, el suelo, el agua... y a nosotros mismos.
Aún así, hasta el día de hoy, colores como el rojo presentan cadmio- a veces hasta un 90%- y el blanco puede tener bario. Las pinturas al óleo están cargadas con hidrocarburos nocivos y los acrílicos, generalmente considerados menos contaminantes, contienen una pequeña cantidad de formaldehído y amoníaco en sus estabilizadores, que pueden irritar los pulmones y causar cáncer.
Incluso las acuarelas, que parecen totalmente inofensivas, pueden tener metales pesados para ciertos pigmentos; al igual que los colores pasteles, que al usarlos desprende polvo dañino.
Contaminación del agua
Contaminación del agua por metales pesados: plomo, mercurio o cadmio
Las sales solubles en agua de los metales pesados como el plomo, cadmio y mercurio son muy tóxicas y acumulables por los organismos que los absorben, los cuales a su vez son fuente de contaminación. Al ser ingeridos por el hombre en el agua y alimentos contaminados por los compuestos de mercurio, plomo o cadmio le provocan ceguera, amnesia, raquitismo, miastenia o hasta la muerte.
El amonio (NH4+), se encuentra en equilibrio en el agua con el amoníaco (NH3) de acuerdo
con la reacción siguiente:
NH3 + H2O = NH4
+ + OHLa forma dominante está definida por el pH, de manera que a pH elevado domina el
amoníaco, a pH bajo el amonio. El amoniaco es muy tóxico (especialmente para los peces)
El criterio para la protección de peces es que el agua no debería tener el amoníaco por
encima de 0,02 ppm (1 ppm = 1 mg/l).
- A pH 9 y 20ºC, la presencia de 0,07 ppm de amonio, supone que al mismo tiempo hay
0,02 ppm de amoníaco, el agua ya es tóxica para muchos peces.
- En cambio a pH 7 y la misma temperatura, se necesitan 3,5 ppm de amonio para que
existan en el agua al mismo tiempo 0,02 ppm de amoniaco.
Como a lo largo del día en un río pueden darse estos cambios de pH, por la mañana con
el pH bajo los peces no se mueren con 2 ppm de amonio, por la tarde en el mismo lugar
los peces se mueren si el pH ha subido a 9.
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